¡¡ Toma de Plaza en un mercado !!
No hay ningún otro lugar en donde mejor se expresa y siente el carácter barroco de nuestra cultura que en un mercado. Allí los elementos barrocos no solo se manifiestan a nivel plástico a través de los colores y las formas, sino con la superposición y acumulación de olores, sabores, sonidos y hasta seres vivos. Me encantan tanto los mercados y ferias que cuando necesitaba oxigenarme no tenía otra que salir a pasear en la calle principal de mi antiguo barrio,el Comité del Pueblo, para relajarme con la multiplicidad de mundos e historias entretejidas en estos espacios. Lástima que la modernidad siempre se empeñe en intentar eliminar todos esos elementos tan ricos y particulares de nuestra cultura; así pues el Municipio y otros estamentos del estado y de la sociedad hacen hasta lo imposible por "culturizarnos" olvidando que los tiánguez tienen un origen milenario en nuestra cultura.
Cuando empezamos el proyecto siempre tuvimos en cuenta este factor, por ello jamás hemos intentado desplazar o desalojar a los vendedores ambulantes, todo lo contrario a veces hasta los hemos promocionado eso sí recalcando que el buen uso del espacio público también implica el recoger los desperdicios. Este hecho quizás también se deba a que posiblemente en la memoria colectiva de teatreros todavía tengamos presente que tenemos mucho de culebreros, encantadores, charlatanes y blakamanes; y que de una u otra forma son nuestros abuelos y antecesores,ya que gran parte del desarrollo del teatro se dio en la calle.Siempre estuvo pendiente pagar esa deuda haciendo tomas de plaza en los mercados, por ello el año anterior al quedarnos sin un centavo de presupuesto para empezar la toma de plaza estuvimos a punto de hacerlo, pero mejor decidimos dar el siguiente paso: la creación del Festival Internacional de Teatro Callejero (este año igual empezamos sin presupuesto, pero pudimos juntar los dos proyectos: el Circuito Itinerante y el Festival).
Resulta que como en primera instancia nos cerraron las puertas en la Administracion Calderon de un rato para otro (aunque luego nos volvieron a abrir planteándonos la opción de presentarnos en escuelas) nuestra opción fue ir a los mercados. Por ello la encargada de la producción de esa zona, Noemí Laines, hizo contacto con una valiente mujer, la señora Dolores, para ver la posibilidad de realizar una toma. A pesar que finalmente acordamos trabajar con la Administración Zonal Calderón, Noemí Laines tomó como una deuda el compromiso de hacer una toma de plaza, así que como las puertas de la Administración Zonal Norte se cerraron de forma definitiva...nos tomamos por fin el mercado de Carapungo. Es de notar la persistencia de doña Dolores, ya que al enterarse de que nos presentamos en la Escuela de la Dolorosa ( 1era. Toma. Escuela de Llano Grande ), no tuvo reparos en irnos a ver allá. Cuando finalizó la función en la escuela, nos comprometió "nos le fallásemos con la presentación" y pedía que le ayudemos a encontrar un grupo de danza. Noemí le manifestó que su petición era un poco difícil ya que en el Municipio siempre hay que hacer las cosas mediante oficios con tiempo, y que además para ese fin de semana todo el mundo se encontraba en el cierre de Quito Baila; apenada nos dijo que no se daría por vencida y que a pesar que era viernes seguiría en el intento. Como nos demoramos un poco en cargar las cosas nos despedimos de ella , pero minutos más tarde la encontramos en el polvoriento camino de regreso a su mercado caminando el gran trecho hasta donde se coge bus, así que ofrecimos llevarla y almorzar en el mercado al tiempo de pegar afiches para la función que se desarrollaría el día domingo. En el trayecto nos expresó sus dudas sobre el presentar una obra de teatro durante las fiestas en el mercado ya que la gente no está acostumbrada a eso y que en un principio no tenían planeado hacer nada porque habían invertido mucho dinero en poner baldosas en las paredes, pero que ella les había incentivado a hacer algo como agradecimiento a "Dios y a al virgencita por lo recibido". Así se había metido en la quijotesca tarea de organizar las fiestas del mercado de la noche a la mañana. Más tarde cuando fuimos a dejar los equipos y la encontramos cocinando en grandes ollas para la fiesta conocimos algunos detalles más que nos harían admirar mucho más su labor: había ido elegida presidenta después que un período de 4 años en que prevaleció otra directiva, en los pocos meses que estaba de presidenta había logrado los permisos para que el Municipio les permita poner las baldosas, y un detalle más : no sabia leer ni escribir "tengo que hacer una esfuerzo grande-decía- para no defraudar a mis compañeros que han confiado en mi a pesar de no saber leer ni escribir ".
El día domingo, tras haber realizado la toma de plaza en Cotocollao, corrimos hacia Carapungo. Parte de nuestro equipo de producción se nos adelantó para instalar los equipos, pero no hizo falta, ya que doña Dolores había logrado gestionar también disco móvil y banda de pueblo. Cuando llegamos a Carapungo pudimos ver que había un gran evento de rock en la plaza principal, pero que no había mucha gente convocada; así que pensamos que iba a estar igual de difícil convocar un domingo por la tarde a una presentación de teatro en el mercado. Al arribar al mercado, la banda de pueblo estaba tocando, así que sólo hubo que instalar las carpas para proteger a los vecinos del sol y pedir prestadas unas bancas.
Empezamos con los juegos tradicionales y el grupo de teatro de esta tarde, La Muralla, fue teloneado por el grupo de las "Chicas Dulces", el grupo de danza de la tercera edad que había conseguido doña Dolores. Poco a poco los vecinos del barrio se acercaron a disfrutar de la obra, mientras las vendedoras del mercado también dejaban sus puestos para ver algunas de ellas por primera vez una obra de teatro. Como estaban regalonas por las fiestas las vendedoras del mercado regalaron algunas canastas de compras entre sus clientes. Nosotros también cumplimos con nuestro acometido de regalar entradas para el teatro con la Campaña "Yo voy al Teatro"; pero además hicimos labor social al ayudar a un desesperado padre a regalar a los hijos de su querida gata.
Las Chicas Dulces cerrarón con broche de oro la tarde, mientras los vendedores salían a bailar alrededor de su santa al ritmo del disco móvil. Antes de darnos de comer "como a compadres"; los vendedores del mercado cumplieron con su parte del trato: trocar la presentación a cambio de víveres. Tanto les gustó la obra que teníamos a gente persiguiéndonos por el mercado para entregar su colaboración a los artistas; emocionados repartimos los recaudado en dos costales: uno para el grupo que se presentó, la Muralla y otro para el equipo de producción. Nos tuvimos que despedir a pesar de la invitación de los vendedores a quedarnos al festejo acompañados por cervecitas, pero con la promesa de volver a darnos la mano para hacer un trueque similar: teatro por productos alimenticios.
Texto: Carlos Quito
Fotos: Víctor de la Cruz
Empujando a Rocinante
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