Vamos a la Toma de Plaza: 4ta. TOMA 2012. Administración La Delicia

Nuevo grupo nuevos retos...para hacer la Toma de Plaza

Hay plazas que tienen una connotación ancestral, una de ellas sin duda es la plaza de Cotocollao. No hace falta ni siquiera cerrar los ojos para imaginarse a los yumbos danzando en esta plaza o a los pobladores primigenios de Kitu reuniéndose en este sector para intercambiar productos o para coger agua de alguna vertiente del Pichincha.

El sólo hecho de poner una carpa en el centro hace que cambie todo el ambiente de la localidad y que los vecinos pregunten a cada rato "qué es que va a haber, vea?", mientras salen de la iglesia del fondo después de asistir a misa desde tempranas horas de la mañana.

Así pues, mientras instalábamos las carpas, amplificación, juegos y el grupo La Muralla preparaba su escenografía y utilería; en el Bulevar de la Lizardo García se desarrollaba una feria de artesanos de la localidad con la coordinación con la Jefatura de Cultura de la Administración La Delicia, que través de Raúl Fuentes ha apoyado el proyecto como en años anteriores.

Si bien llegamos con antelación, empezaron a aparecer algunos imprevistos propios de la realización de un espectáculo en la calle, el primero: la acometida eléctrica. La productora del evento había previsto con antelación que el lugar de donde se realizaría la toma de energía sería el retén policial que queda al lado izquierdo de la iglesia; por ello incluso pidió prestadas algunas extenciones eléctricas en vista de lo grande que dista la toma del parque. Pero no lográbamos que la energía llegue hasta el centro de la plaza a pesar que revisamos cable por cable y probamos varios toma corrientes;así que la alternativa fue pedir ayuda a los vecinos la plaza. Por suerte todo se solucionó con la bondad de las personas que atendían el puesto de servicios higiénicos ya que nos permitieron tomar energía de su tomacorriente. Ni bien habíamos solucionado el inconveniente Don Wayra, el viento, hizo sentir su presencia y poderío, cuando estuvo a punto de levantar por los aires a las dos carpas y la escenografía del grupo de teatro. No hubo de otra que buscar la ayuda de varios Abuelos Rumis del sector(piedras),que estuvieron prestos a ayudarnos. Debido a lo grandes que eran y a lo particular de su forma no dudamos que estos abuelos piedras seguramente estuvieron presentes desde hace miles de años en muchos rituales ceremoniales, pero y esta vez ayudaron a la realización de un ritual teatral.

Una vez más abordamos al público con juegos tradicionales, y regalamos como premio las caritas pintadas que nos proporciona la empresa que nos patrocina, Divertimento, mientras la gente dejaba a un lado sus actividades para conectarse con lo que pasaba en la plaza.

Con mucho entusiasmo y energía el grupo de teatro empezó a contar la historia de un mundo al revés a través de las aventuras de un padre y su hija, mientras constantemente incluían a diversos participantes del público en la obra.

Como estaba de técnico de sonido y me encontraba detrás de los actores, sólo me podía imaginar la acciones y situaciones de la obra ya que no la había visto antes, mientras veía las distintas expresiones del rostro de los espectadores al tiempo de estar pendiente de los pies para poner la pistas.

Mientras se desarrollaba la función se acercó una funcionaria del municipio, con la que habíamos trabajado en la preproducción del evento para contarnos que a pesar que ella estaba en la coordinación de la feria y del evento con una chompa del Municipio, se acercó un policia metropolitano a insistirle de mala forma el tema de los permisos para la ocupación de la plaza.

Justo cuando la actriz interpreta una maestra represora, Lora, sentí un tirón de un cable y nos quedamos sin energía. El equipo de producción intento en vano solucionar el problema hasta que descubrió que se había producido un cortocircuito y que producto de ello un cable se había fundido,el tirón seguramente se produjo por algun transeúnte descuidado que tropezó con el cable sin querer. Afortunadamente esto sucedió cuando estaba por finalizar la obra y no hubo ningún inconveniente ya que el grupo de teatro desmostró su profesionalismo para trabajar en espacios abiertos improvizando con el público las canciones finales de la obra.

Tras los aplausos del público al grupo de Teatro La Muralla, regalamos más entradas al teatro; y procedimos a desmontar todo ya que ese día también teníamos doble jornada.

La plaza quedó vacía a la espera de que otra vez el mito se exprese a través del rito y que los distintos elementos se autoconvoquen para ello.

Texto: Carlos Quito
Fotos: Victor de la Cruz