La gran carreta que cada fin de semana trae a los caminantes de los Andes, el mismo bus o al menos el mismo chofer se une a esta travesía, caravana de alegría. Los vestuarios, la utilería, los colchones para el descanso justo por no decir con la justas y especialmente los niños, jóvenes y grandes muy grandes maestros, no los que enseñan el abecedario en las pizarras sino los que enseñan a sumar, a sumar sueños, a restar fracasos, a multiplicar experiencias. todo en uno, en un bus interprovincial que sube y baja cada cuantos kilometros para llegar, a donde las plazas piden estar.
Madre, amiga y profe resulta ser los fines de semana en que acompaña su hija para verla bailar, y velar por el binestar de todo el grupo.
Ingresa Sariri con su coreografía
MAMA SHUNGO ( Mamá Corazón)
" Es la demostración de afecto de cariño de la madre hacia sus hijos, Mama Shungo representa a la Pachamama de ella emergen hilos de vida, hijas de sin igual belleza, donde llegan los pretendientes, con galanteos, demostrando esa fuerza para lograr la perpetuidad de una raza indómita y lograr que las huarmis se fijen en ellos y unirse para juntos celebrar una fiesta, fiesta de amor, tributo a la fertilidad.
Mamá del corazón, mamá de la naturaleza, mamá luna, mamá lluvia, levántate hoy mañana y siempre, porque hoy es el tiempo el ABYA – AYALA.
La tierra de América danzando en este huasipichay. Con esta obra rendimos un Homenaje especial a Mama Tránsito Amaguaña"
Juanita con su borreguita que mucha ternura despierta a los niños y a los viejos, nostalgias también trae esta obra del duo Samadhy., porque los personajes de campo hacen añorar a los ancianos que presencian el montaje, para al terminar decir gracias con el aplauso fuerte que solo puede dar el espectador satisfecho libre de compromisos.
Una plaza que espera, una plaza que se deja llevar por la música, por la palabra, por la danza, por la tradición, por la espectativa, la curiosidad, por..... todo lo que la gente espera y da en un momento de reunión, de consolidación...
Samadhi. con su obra Esopo en los Andes en la segunda parte donde el valor de los amigos verdaderos reluce en la historia de Muatafá y su amigo.
En este lugar no pudo faltar la participación de la comunidad, el Centro Cultural de Cocotc se hizo presente con una coreografía interpretada por las jovencitas del lugar que a pesar de la mala noche por las fiestas, estuvieron con toda la energía, como debe ser) para su comunidad.
La reina de Cocotoc ya empezó a trabajar fuerte, en su tercer día de sus labores ya pudo llevar a su comunidad un evento cultural "Vamos a la toma de la Plaza", claro cuenta con el apoyo de su padre que nunca dudó en colaborar con el Proyecto y con el grupo de jóvenes de Zámbiza.
Elenco de Centro Cultural de Cocotoc.
DESDE LA QUITEÑIDAD
El grupo Cultural SARIRI, caminantes de los andes recuerda con orgullo a ese Quito antiguo, ¡que recuerdos para hermosos!, al grito de los canillitas que vendiendo el periódico gritaban: ¡el comircio, el comircio!; los quiteños se despertaban y alistaban para ir al trabajo, quien no recuerda a aquellas niñas de angelical mirada que nos ofrecían las flores para un corazón sediento de amor, las beatas vende velas yendo a misa, jamás podremos olvidar a la famosa torera, mujer hermosa y coqueta, ¡ah! casi me olvido a la llorona a la que se la contrataba para que llore a los muertos en los velorios. Hoy el grupo de danza recuerda a ese Quito culto y a su personaje insigne el Chulla Quiteño, personaje fino, elegante sin dinero con las manos en los bolsillos, cuya camisa únicamente tenía la pechera, porque la espalda era rota, él tiritando de frío, en las montañas taciturnas, a pie, deambulando por la mama cuchara, la plaza grande y la guaragua, mirando al panecillo y con su pensamiento en la ronda, gritándole al gallo de la catedral que es un cobarde, pensando en Cantuña y sus diablitos albañiles, desafiando por San Juan y San Roque a todo cuanto mortal se le atravesara, con su botella de gallito, patito ¡ah! el infaltable cristal; hacía que dormido en San Francisco sueñe con una hermosa dama, la dama tapada, pero que al sonar de las cadenas y los gritos estrepitosos de María Angula, salga despavorido, por que si no le lleva el diablo. Este chulla al ritmo de la Riobambeñita , claro las Riobambeñitas, hermosas mujeres, matizadas por el sol, y pinceladas por el Chimborazo, cobijadas con las hermosas llanuras del Pichincha y del tiopullo, viajará en la imaginación del ritmo, subido en el pentagrama de las cuerdas lloronas de una guitarra, a la llacta de los quillasingas, tusas y pastos para rendir un justo homenaje a la tierra de los pupos y decir con orgullo soy del Carchi Tierra Linda.
Fernanda,la encontramos en el camino, y se une por momentos a las quijotadas, tal vez sea otra Quijote.
Samadhi, Sariri y yo terminando de comer nuestro refrigerio, aprovechando el momentito de ocio para la foto.
El coreógrafo Verlaine Mora, comenta- mi padre nunca fue a ver una función y pensar que lo que mejor aprendí de la danza fue de él- entendí su sentir- el mío fue una vez a ver como perdía el tiempo-luego con la mirada casi perdida recuerda- mi madre unas dos veces- yo también recuerdo a la mía- a pesar de todo quire mi felicidad, ha entendido por fin que soy feliz haciendo Teatro-
El es el primero en pisar el espacio en que sus muchachos van a danzar, hay muchas pidritas usarán.... y recuerda su audición para viajar a New York- bailé media hora sobre piedras ardientes con todo mi ser para viajar a un país donde todos compiten contra todos, donde para uno decir SOY BAILARIN debe ensayar minimo 12 horas diarias- arpargatas, corre la voz y todos usan arpargatas.
Nuestro admirable Quijote, Oswaldo, el padre, maestro, amigo y compañero de estos muchachos. UN hombre que pudo cumplir parte de su sueño en el Colegio Nacional de la Concordia, cuando joven quizo hacer teatro, pero su familia como el caso de muchos artistas quiteños lo impedían porque " no es una carrera productiva", sin agotar la esperanza fue a estudiar algo que le acercara a su sueño, optó ser maestro y el camino le condujo a la direccción, gran oportunidad para emprender su camino; claro no le resultó fácil, como que el teatro no inyectó a los chicos ese gusanito de ser, entonces, busca algo que se aproxime, fue la danza que hizo a los niños volar con la música, con el cuerpo y la disciplina.
Nuestra pequeña gran compañera, Dabata, para quien cada día de Toma de plaza es una aventura inigualable. ESta vez su reto de largo tiempo, trepar un árbol; y que mejor el árbol de flores rosadas, su color favorito.
foto Dabata-Cocotoc
Dejando Cocotoc, una gran satisfacción sentimos despues del evento, la gente muy emosionada y agradecida con las presentaciones de los grupos y nosotros siempre mirando hacia atrás con un hasta pronto, especialmente, en lugares como este.
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